Los agentes físicos si los
vemos de la parte de fisioterapia sirven para la rehabilitación como lo dice en
su concepto (son energías y materiales a los pacientes para ayudar en su rehabilitación.
Los agentes físicos incluyen calor, frío, agua, presión, sonido, radiaciones, electromagnéticas
y corrientes eléctricas).
Pero si lo vemos en la parte laboral los podemos definir
como manifestaciones de la energía que pueden causar daños a las personas.
Los agentes físicos son vistos desde años atrás para las
rehabilitaciones de todos los seres humanos, la diferencia es que antes se
utilizaban elementos naturales como el agua, aire y sol. Hoy en día son
utilizadas distintas maquinarias y son vistas en fisioterapia.
El propósito de este blog, es brindar información a las
personas que necesiten tener conocimientos o que tengan alguna duda sobre los
agentes físicos y que puedan satisfacer y responder a sus preguntas con el contenido
que contiene este blog. Nuestro principal objetivo como futuras fisioterapeutas
de crear este blog es colaborar, contribuir y compartir nuestro conocimiento
acerca de este tema y que puedan servirles para transformar el conocimiento de
las personas que no conozcan el papel de los agentes físicos en nuestra vida y
principalmente en la fisioterapia.
¿Qué
son los Agentes Físicos?
Los agentes físicos son energías y materiales aplicados a
los pacientes para ayudar en su rehabilitación. Los agentes físicos incluyen
calor, frió, agua, presión, sonido, radiaciones electromagnéticas y corrientes
eléctricas. Se puede utilizar el término de agentes físicos para describir la
energía de tipo general, como por ejemplo, la radiación electromagnética y el
sonido; un rango específico dentro del campo general, como la radiación
ultravioleta o el ultrasonido; y los propios medios para aplicar la energía,
tales como una lámpara UV o un transductor de ultrasonido.
Los agentes físicos son medios utilizados en la profesión
de la fisioterapia para sus diversas técnicas de tratamiento. Estos, son una
forma de tratamiento que ayudaran a mejorar y fortalecer la situación de salud
que el paciente presente. Los agentes físicos los encontramos en el medio
ambiente y en terapia física aprendemos la ciencia de utilizarlos y sacarles
provecho para obtener en base a sus
efectos fisiológicos, beneficios para el organismo humano.
Los beneficios de utilizar agentes físicos es que su
costo es bajo, sus efectos son excelentes
y rápidos, además de permitir múltiples maneras de aplicación,
haciéndolos adaptables a casi cualquier lesión, enfermedad o afección.
De los agentes físicos utilizados en el campo sanitario
los más peligrosos son las radiaciones ionizantes que se utilizan en el
diagnóstico y el tratamiento médicos. Sus efectos sobre las personas pueden
tener consecuencias para su salud o para la salud de las de futuras
generaciones (riesgos somáticos y genéticos), por lo que es imprescindible para
el personal sanitario conocer las medidas de protección radiológica en el
centro de trabajo en el que se utilizan estas radiaciones.
Los riesgos provocados por agentes físicos dentro del
ambiente del trabajo son varios y existe una serie de riesgos cuyas causas
vienen provocadas por: el ruido, las vibraciones, las radiaciones, el calor y
el frío, y la electricidad.
1.
El ruido
Podemos definir el ruido como un sonido no deseado,
molesto e intempestivo, una sensación sonora desagradable que en determinadas
situaciones pueden causar alteraciones físicas y psíquicas.
Los efectos del ruido pueden
depender de tres factores:
a) Intensidad: fuente del
ruido y de las alteraciones que se producen en el aire, siento su unidad de
medida el decibelio.
b) Frecuencia: está
relacionada con el tono de los sonidos, pudiendo ser este: grave o agudo, según
la frecuencia.
c) Molestia: factor que
incluye para algunas personas incluso el sonido de baja intensidad.
Las lesiones fisiológicas del ruido pueden ser la rotura
del tímpano, sordera temporal. Aumento del ritmo cardíaco. Las lesiones
psicológicas pueden ser agresividad, ansiedad, disminución de atención, pérdida
de memoria.
2.
Las vibraciones
Las vibraciones se producen cuando se transmite a alguna
parte del cuerpo el movimiento oscilante de una estructura, ya sea el suelo,
una empuñadura o un asiento. Las lesiones resultantes afectan principalmente el
aparato circulatorio como son enrojecimiento de manos y muñecas, hinchazones,
dolores en todas las articulaciones, náuseas y úlceras.
3.
Las radiaciones
Se caracterizan por ser una forma de transmisión de
energía, pueden ser naturales o artificiales. Las naturales son las radiaciones
del sol y artificiales son los rayos X, las ondas de radio y las microondas.
Las radiaciones ionizantes, tales como rayos X, rayos
gamma son las mas peligrosas pueden estar presentes en centrales nucleares,
hospitales, etc. Sus daños en el hombre pueden ser cambios pasajeros en los
componentes sanguíneos, provocando nauseas, vómitos y fatigas.
Las radiaciones no ionizantes son de media y baja
frecuencia como son las ondas de radio, rayos ultravioleta, infrarrojos. Pueden
provocar quemaduras, o lesiones oculares como conjuntivitis o cataratas.
4.
Calor y frío
Uno de los efectos más frecuentes del calor es el estrés
térmico, que es un estado de malestar físico producido por una acumulación
excesiva de calor en el cuerpo humano. Cuanta más alta es la temperatura
ambiente, más rápida trabaja el corazón, se produce una aceleración del pulso,
calambres, fatiga y agotamiento. El frío destaca como más importantes la
hipotermia, o bajada excesiva de la temperatura corporal y la congelación.
5.
Electricidad
Cuando el cuerpo humano entra en contacto con la
electricidad, los efectos dependen de la cantidad de corriente que se trate y
de la resistencia que ofrezca cada individuo y su entorno. Pueden existir dos
tipos de contactos con la electricidad: el contacto directo. Cuando se toca una
parte activa de una instalación con corriente eléctrica y el contacto indirecto
cuando se entra en contacto con masas puestas en tensión. Las lesiones
resultantes son quemaduras, paros cardíacos, conmoción e incluso la muerte.
Tipos
de agentes físicos
Se pueden categorizar los agentes físicos como térmicos,
mecánicos, o electromagnéticos. Los agentes térmicos incluyen agentes de
calentamiento profundo, de calentamiento superficial y enfriamiento
superficial. Los agentes mecánicos incluyen tracción, comprensión, agua y
ultrasonido. Los agentes electromagnéticos incluyen campos electromagnéticos y
corrientes eléctricas. Algunos agentes físicos pueden ser incluidos en más de
una categoría. El agua y el ultrasonido, por ejemplo, pueden tener efectos
mecánicos y térmicos.
Agentes
Térmicos
Los agentes térmicos transfieren energía al paciente para
producir un aumento o un descenso de la temperatura del tejido. Ejemplos de
agentes térmicos incluyen bolsas de calor, bolsas de frio, ultrasonido,
piscinas de chorros y la diatermia. La crioterapia es la aplicación terapéutica
de frio, mientras que la termoterapia es la aplicación terapéutica de calor.
Dependiendo del agente térmico y de la parte del cuerpo sobre la que se aplica,
los cambios de temperatura pueden ser superficiales o profundos y pueden
afectar a un tipo de tejido más que a otros.
La termoterapia se utiliza para aumentar el flujo
sanguíneo, la tasa metabólica y la extensibilidad de los tejidos blandos o para
disminuir el dolor. La crioterapia se aplica para disminuir el flujo sanguíneo,
la tasa metabólica o el dolor. El ultrasonido es un agente físico que tiene
efectos térmicos y no térmicos. Se define como como un sonido con una
frecuencia superior a 20.000 ciclos/segundos. Debido a su alta frecuencia, no
puede ser percibido por el oído humano. El ultrasonido es una forma de energía
mecánica compuesta de ondas alterantes de comprensión y rarefacción.
Agentes
Mecánicos
Los agentes mecánicos consisten en la aplicación de
fuerza para aumentar o disminuir la presión sobre el cuerpo el paciente.
Algunos ejemplos de agentes mecánicos incluyen el agua, la tracción, la
comprensión y el sonido. El agua puede proporcionar resistencia, presión
hidrostática y flotabilidad para la realización de un ejercicio o presión para
limpiar heridas abiertas. La tracción disminuye la presión entre las
estructuras, y la comprensión aumenta la presión sobre y entre estructuras. El
ultrasonido ya fue explicado en la sección anterior.
Al uso terapéutico del agua se le denomina hidroterapia.
El agua se puede usar con o sin inmersión. La tracción se utiliza en la mayoría
de los casos para aliviar la presión sobre estructuras como nervios y
articulaciones que produce dolor u otros cambios sensitivos o inflamación. La
comprensión se utiliza para contrarrestar la presión de un líquido y controlar
o revertir la adema.
Agentes
Electromagnéticos
Los agentes electromagnéticos aplican energía en forma de
radiación electromagnética o e corriente eléctrica. Algunos ejemplos de agentes
electromagnéticos son la radiación UV, la radiación infrarroja (IR), el láser,
la diatermia y la corriente eléctrica. La variación de la frecuencia y la
intensidad de la radiación electromagnética provocan cambios en los efectos
causados y en el grado de penetración. El láser es una radiación
electromagnética monocromática, coherente y direccional, que esta generalmente
en el rango de la luz visible o de la radiación IR. La diatermia de onda corta
continua, que tiene una frecuencia de 10 ciclos/segundo, produce calor tanto en
los tejidos superficiales como profundos. La electroestimulación (EE) consiste
en la utilización de corriente eléctrica para inducir una contracción muscular
(EE a nivel motor) y cambios sensoriales (EE a nivel sensorial), reducir el
adema o acelerar la curación de los tejidos.
Historia
de los agentes físicos en la Rehabilitación y la Fisioterapia
El empleo de los agentes físicos se remonta a los
comienzos de la existencia humana. A pesar de la escasa información al
respecto, existen evidencias y además se presume que el hombre utilizaba el
agua, fuego, la luz solar o hasta el mismo frío como agentes físicos para la
curación de heridas, lo que se traduce en la búsqueda de la sobrevivencia. De
este modo, se puede concluir que los agentes pasaron a formar un componente
imprescindible para el hombre desde tiempos inmemoriales y han acompañado a la
humanidad hasta nuestros días.
Los primeros escritos que nos dan luces respecto al
empleo de los agentes físicos se remontan a esta época, pues es aquí donde ya
es posible constatar en forma tangible su utilización. Es así como sobresalen
dos escritos milenarios, por un lado el Ilon Fu, redactado aproximadamente en
el 2888 a.C. en China, y que arraiga fuertemente la filosofía del kung fu y
cuyo objetivo es el alcance de la armonía corporal. Por otro lado yace el
Ayurveda, texto cuyos orígenes se remontan a la India y redactado cerca del
1800 a.C. La importancia de ambas publicaciones, ya sea a través de una u otra
filosofía, radicaba en el objetivo de cultivar y cuidar el cuerpo por medio del
ejercicio físico, además señalaban la importancia de los elementos como el
agua, aire y sol, cuyas propiedades permitirían al hombre conseguir la
purificación de sus cuerpos. Estos textos implican quizás el primer nexo entre
la fisioterapia (empleo de agentes físicos con fines terapéuticos) y el hombre.
Es importante hacer mención respecto a la labor de persas
y egipcios, fieles representantes del masaje, el ejercicio físico y todo
aquello vinculado a baños termales, pues sirvieron como ejemplo para la
sociedad de aquella época, permitiendo acuñar sus costumbres en la vida
cotidiana.
Ellos consideraban que el cuerpo yacía constituido por
los elementos agua, tierra, aire y fuego. Almaceno de Trotona, estableció que
el equilibrio o isonomía de dichos humores era determinante para la buena
salud, mientras que el no equilibrio era potencialmente favorable para generar
una anormalidad o mejor dicho la enfermedad.
Toda nuestra ciencia y empleo de los agentes físicos se
sustenta en base al mundo griego. Dicho pueblo interpretaba las patologías como
el desequilibrio o desarmonía de los “humores” o cualidades acerca del número y
tipo de sustancia fundamentales para la vida, según este pensamiento una
enfermedad implicaba una alteración de una ecuación natural respecto a los
elementos que conformaban el cuerpo humano.
El
papel de los agente físicos en rehabilitación
Los agentes físicos son herramientas disponibles para ser
utilizadas como componentes de rehabilitación cuando su uso sea apropiado. La
declaración oficial de la América Physical Therapy Association (APTA) sobre el
uso exclusivo sobre los agentes físicos, publicada en 1995 y reiterada en 2005,
establece que “si no hay documentación que justifique la necesidad del uso
exclusivo de agentes/modalidades físicas el uso de agentes/modalidades físicos,
en ausencia de otras intervenciones educacionales o terapéuticas no debe ser
considerado fisioterapia”. En otras palabras la APTA establece que la
utilización solo de agentes físicos no constituye generalmente fisioterapia y
que, en la mayoría de los casos, los agentes físicos deben aplicarse en combinación
con otras intervenciones.
El uso de los agentes físicos como componente de la
fisioterapia implica la integración de las intervenciones apropiadas en cada
caso. Esta integración pude concluir la aplicación de agentes físicos o educar
al paciente en su aplicación como parte de un programa completo para ayudar a
los pacientes a lograr sus objetivos de actividad y participación. Sin embargo,
dado que el objetivo de este texto es promocional a los clínicos un mejor
conocimiento de la teoría y de la correcta aplicación de los agentes físicos,
se centra en la utilización de los agentes físicos y describe otros componentes
de los programas de rehabilitación con menos detalles.
Los agentes físicos tienen efectos directos
principalmente en el nivel de la eficiencia. Estos efectos pueden promover
mejora en la actividad y la participación. Por ejemplo, en un paciente con un
dolor que le afecte en la movilidad, se pueden utilizar las corrientes
eléctricas para estimular los nervios sensoriales que contralan el dolor, de
forma que el paciente pueda tener una mayor movilidad y aumentar así las
actividades que puedan realizar, como levantar objetos, y su participación,
como volver a su actividad laboral. Los agentes físicos pueden aumentar también
la eficacia de otras intervenciones. Se utilizan en combinación con el
ejercicio terapéutico, el entrenamiento funcional y la movilización manual o
como preparación para estas intervenciones. Por ejemplo, se puede aplicar una
bolsa caliente antes de los estiramientos para aumentar la extensibilidad de
los tejidos blandos superficiales y facilitar el aumento más eficaz y seguro de
los tejidos grandes cuando se aplique la fuerza de estiramiento.
Contraindicaciones
y Aplicaciones generales para la utilización de los agentes físicos
A las restricciones al uso de intervenciones terapéuticas
concretas se les denomina contraindicaciones o precauciones.
Las contraindicaciones son condiciones bajo las cuales no
se deberían aplicar un determinado tratamiento, y las precauciones son condiciones
bajo las cuales una determinada forma se debería aplicar con un cuidado
especial o limitaciones. Se pueden utilizar los términos contraindicaciones
absolutas o relativas en lugar de contraindicaciones con precauciones,
respectivamente.
Aunque las contraindicaciones y precauciones para la
aplicación de agentes específicos varían, hay algunas aplicaciones que
constituyen contraindicaciones o precauciones para el uso de la mayoría de los agentes físicos. Por
tanto, se debería tener especial cuidado cuando se considera la aplicación de
un agente físico a un paciente cuando algunas de estas condiciones estén
presentes.
Elección
de los agentes físicos
Los agentes físicos normalmente ayudan en la
rehabilitación gracias a sus efectos sobre la inflamación y la curación de los
tejidos, el dolor, el tono muscular o las restricciones de la movilidad las
pautas para la elección de la intervención basadas en los efectos directos
causados por los agentes. Si el paciente presenta más de un problema y su
tratamiento tiene varios objetivos, es necesario centrarse en cada momento en
un número limitado de objetivos. Normalmente es recomendable que se atienda
primero los problemas más importantes y aquellos que sean más posibles que
respondan a la intervención disponible; sin embargo, la intervención ideal
facilitara el proceso de varias aéreas. Por ejemplo, si el paciente tiene dolor
en la rodilla o causado por una inflamación aguda de la articulación, el
tratamiento debe ir dirigido en primer lugar a resolver la inflamación; sin
embargo, la intervención ideal ayuda también a aliviar el dolor. Aun en el caso
mediante la intervención con un agente físico no se pueda influir directamente
sobre un problema principal subyacente, como, por ejemplo la artritis, se puede
utilizar el tratamiento con agentes físicos para ayudar a aliviar las secuelas
de esos problemas, como el dolor o la hinchazón.
Efectos
de los agentes físicos
La aplicación de los agentes físicos causa principalmente
una modificación de la inflamación y curación del tejido, alivio del dolor,
alteración de la extensibilidad del colágeno o modificación del tono muscular.
1. Inflación y curación: Cuando se lesiona
el tejido, normalmente responde de manera predecible. La inflamación es la
primera fase de la recuperación, seguida de las fases de proliferación y
maduración. La modificación de estos procesos de curación puede acelerar la
rehabilitación y reducir los efectos adversos, tales como inflamación
prolongada, dolor y desuso. Esto, a su vez, permite una mejora rápidamente los
objetivos terapéuticos. Los agentes térmicos modifican la inflamación y la
curación al alterar las tasas de flujo
sanguíneo y de las reacciones químicas. Los agentes mecánicos controlan la
movilidad y alteran el flujo de líquidos, y los agentes electromagnéticos
alteran la función celular, particularmente la permeabilidad y el transporte en
la membrana. Muchos agentes físicos afectan la inflamación y la curación y,
utilizados adecuadamente, pueden acelerar el proceso de curación y optimizar el
resultado final. Sin embargo, cuando se hace una mala elección o se utilizan
mal, los agentes físicos pueden perjudicar o potencialmente impedir la curación
completa.
2.
Dolor: El dolor es una experiencia desagradable desde el punto
de vista sensorial y emocional asociada con un daño tisular real o potencial. El
dolor protege normalmente a las personas al disuadirles de realizar actividades
que podrían causar un daño a los tejidos; sin embargo, también pueden
interferir con actividades normales y causar limitación funcional y
discapacidad. Por ejemplo, el dolor puede alterar el normal desarrollo de
actividades como dormir, trabajar o hacer ejercicio físico. El alivio del dolor
puede permitir a los pacientes participar de forma más completa en actividades
normales de la vida cotidiana y puede acelerar el inicio de una programación de
rehabilitación activa, limitando así las consecuencias adversas de la
inactividad y permitiendo un progreso más rápido hacia la consecución de los
objetivos de funcionalidad del paciente.
El dolor puede ser el resultado de una patología
subyacente, como inflamación articular o presión sobre un nervio, que está en
proceso de resolución o de una patología, como una malignidad, que no es de
esperar que se resuelva de forma completa. En cualquiera de las dos
situaciones, el alivio del dolor puede mejorar el nivel de actividad y
participación del paciente. Mientras que el dolor persista, se puede continuar
el uso de intervenciones para aliviarlo, incluyendo los agentes físicos, y se
debería interrumpir cuando el dolor aparezca.
Los agentes físicos pueden controlar el dolor mediante la
modificación de la transmisión o la percepción del dolor, o actuando sobre el
proceso subyacente causante de la sensación de dolor. Los agentes físicos
pueden actuar regulando la transmisión del dolor a nivel de la médula espinal,
alterando la velocidad de conducción nerviosa, o alterando la liberación de
neurotransmisores centrales y periféricos. Los agentes físicos pueden actuar
sobre el proceso que causa el dolor al modificar la inflamación y curación de
los tejidos, la extensibilidad del colágeno o el tono muscular.
3.
Extensibilidad de colágeno y restricciones de la movilidad: El
colágeno es la principal proteína de soporte de la piel, tendones, cartílago
óseo y tejido conjuntivo. Los tejidos que contienen colágeno pueden acortarse como resultado de so
inmovilización es una posición de acotamiento o de su movilización solo en un
arco de movilidad (ADM) limitado. La inmovilización puede ser el resultado de
desuso causado por un debilitamiento o lesión neutral o por la aplicación de un
dispositivo externo como escayola, vendaje o fijador externo. El movimiento
puede estar limitado por un trastorno interno, dolor debilidad, mala postura o
un dispositivo externo. El acortamiento de músculos, tendones o capsulas
articulares puede estar causados por una restricción del ADM articular.
Para devolver al tejido su longitud funcional normal y
permitir así su movilidad competa sin dañar otras estructuras, hay que estirar
colágeno. El colágeno se puede estirar de forma más fácil y segura cuando es
más extensible. Debido a que la extensibilidad del colágeno aumenta en
respuesta a un aumento de la temperatura, es muy frecuente la aplicación de
agentes térmicos antes de estirar los tejidos blandos para optimizar el proceso
de estiramiento.
4.
Tono muscular: Es la tensión subyacente que sirve de base
para la contracción de un musculo. El tono muscular se ve afectado por factores
nerviosos y biomecánicos y puede variar como consecuencia de una patología, una
demanda esperada, el dolor y la posición. Un tono muscular anormal generalmente
es la consecuencia directa de una patología nerviosa o una secuela indirecta
del dolor causado por una lesión de otros tejidos.
Una lesión del sistema nervioso central, como puede
ocurrir con un traumatismo en la cabeza o un infarto cerebral, puede causar
aumento o disminución del tono muscular en la zona afectada, mientras que una lesión
del sistema nervioso motor periférico, como puede ocurrir en una comprensión,
tracción o sección de un nervio, puede disminuir el tono muscular en la zona
afectada. Por ejemplo, un paciente que ha tenido un infarto cerebral puede
presentar un aumento del tono muscular en los músculos flexores de la extremidad
superior y los músculos extensores de la extremidad inferior del mismo lado, mientras
que un paciente que ha sufrido una lesión por compresión del nervio radial a su
paso por el surco radial del brazo puede presentar una disminución del tono
muscular en los extensores de la muñeca y de los dedos.
El dolor puede aumentar o disminuir el tono muscular. El
tono muscular puede estar aumentado en los músculos que rodean a la zona
lesionada dolorida para fijar la zona y limitar el movimiento, pero también
puede ocurrir que el tono en la zona dolorida sea inferior al normal como
consecuencia de la inhibición. Aunque una inmovilización de protección puede
prevenir un agravamiento de la lesión por una actividad excesiva, si se
prolonga en el tiempo puede también alterar la circulación, retrasando o
impidiendo la curación. La disminución del tono muscular como consecuencia del
dolor, como ocurre por ejemplo, con la hipotonía (disminución del tono
muscular) refleja de los músculos extensores de la rodilla causada por una
torcedura en la rodilla, cuando la extensión es dolorosa, puede limitar la
actividad.
Los agentes físicos pueden afectar al tono muscular bien
directamente, actuando sobre la conducción nerviosa, la sensibilidad nerviosa o
las propiedades biomecánicas del musculo, o indirectamente, disminuyendo el
dolor o actuando sobre la causa subyacente del dolor. En la mayoría de los
casos la normalización del tono muscular disminuirá las limitaciones
funcionales y la discapacidad, permitiendo a la persona mejorar su rendimiento
en las actividades funcionales y terapéuticas que realice. Los intentos para
normalizar el tono muscular pueden favorecer también la consecuencia de mejores
resultados con las técnicas pasivas de tratamiento, como la movilización pasiva
o una posición determinada.
Reparación
Tisular
La reparación tisular o reparación de tejidos es un
proceso complejo en el que la piel u otros tejidos, se reparan después de una
lesión accidental, enfermedad o intervención quirúrgica. La curación de heridas
implica la actividad de una compleja red de células de la sangre, tejidos,
citoquinas, y factores de crecimiento que se traduce en un aumento de la
actividad celular y causa una intensa demanda metabólica de nutrientes. El
estado general de salud y nutricional del paciente influye en el resultado del tejido
dañado: la combinación de una dieta y suplementos ricos en nutrientes,
especialmente en proteínas y energía, crea un entorno ideal para la curación
fisiológica. Varios cofactores nutricionales que participan en la regeneración
de tejidos se han identificado como las vitaminas A, C, y E, zinc, arginina,
glutamina, y la glucosamina.
Fases
de la Reparación Tisular
La reparación tisular se puede dividir en tres fases
principales: inflamatoria, proliferativa y de remodelación. A continuación se
describen brevemente cada una de ellas junto con las recomendaciones a seguir
durante el tratamiento de fisioterapia.
Fase
Inflamatoria
Comienza al instante de producirse la lesión, suele tener
una duración de 2-3 días y tiene como objetivo local eliminar todas las
sustancias nocivas, limpiar los tejidos dañados y detener la hemorragia
preparando la zona para la posterior reconstrucción y reparación de la lesión.
Las células protagonistas de esta fase son los macrófagos.
Durante el tratamiento en
esta fase se debe realizar el protocolo RICE. Para
obtener un diagnóstico conciso se recomienda realizar una ecografía después de
pasadas 48 horas de producida la lesión.
Fase
Proliferativa
Comienza al culminar la fase proliferativa
–aproximadamente al 4to día de producida la lesión– y suele durar 3 semanas. Va
a ocurrir una migración de fibroblastos a la zona que van a formar nuevo tejido
de colágeno junto con un proceso de angiogénesis que va a aportar oxígeno y
nutrientes necesarios para que el proceso de reparación y reconstrucción se
lleve a cabo.
Durante el tratamiento de fisioterapia se debe evitar la
fibrosis y la pérdida de la condición física. Se debe prescribir actividad
física en bicicleta, piscina, elíptica, etc, junto con ejercicios progresando
de isométricos a concéntricos y excéntricos empezando por rangos de movimiento
no dolorosos hasta evolucionar a rangos completos.
Fase
de Remodelación
Es la fase en la cual las miofibrillas maduran y se
reorganizan formándose una cicatriz de colágeno permanente junto con una
disminución de los vasos sanguíneos formados durante la angiogénesis.
Durante el tratamiento es necesario recuperar por
completo la fuerza muscular aumentando las cargas e introduciendo ejercicios polimétricos
y de velocidad junto con trabajo funcional dependiendo del tipo de paciente que
estemos tratando.
Posibles
complicaciones de la Reparación Tisular
Cuando el proceso de reparación tisular no se produce de
manera correcta lo más común es encontrar una cicatriz rígida que genera
tensión y dolor. También se puede desarrollar una miositis osificante, típica
en lesiones que se producen por impacto o por iatrogenia al realizar técnicas
antes de tiempo.
Bibliografía
Cameron, Michelle H. Agentes
físicos en rehabilitación, tercera edición. Consultado en julio, 2017.
Martín Cordero, Jorge E.
Agentes físicos terapéuticos, edición del 2008. Consultado en julio, 2017.
Ochoa, Gonzalo. Fisiocampus.
Consultado en julio, 2017. https://www.fisiocampus.com/fases-de-la-reparacion-tisular
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